Aunque ahora no lo ves, tu tienes un cuerpo hermoso, simplemente está sepultado debajo de tus excesos. ¡La buena nueva es que tu puedes liberarlo! El famoso artista Miguel Ángel Buonarotti creó su célebre escultura “El David” tras esculpir un bloque de mármol que nadie quería, pues además de gigantesco, estaba dañado. ¡Así que manos a la obra que lo tuyo no es tan grave! Mira más allá de lo que dice el espejo y libera ese cuerpo perfecto que tienes ahí atrapado .
COMO LIBERAR TU DAVID:
MOTÍVATE
Claro que todos queremos estar saludables y lucir bien, pero tener una motivación especial es como cafeína para alcanzar esa silueta que anhelas. Escoge un evento que te inspire y visualiza como quieres lucir en esa graduación de tu familiar; la boda de tu amiga; las vacaciones de verano o la fiesta de Navidad. ¡Una vez motivado no habrá quien te detenga!
EDÚCATE
Entre más te informes sobre nutrición y ejercicio, mejor armado estarás para tomar decisiones sabias a la hora de comer. Esas “llantitas” o “chichitos” son evidencia de nuestras malas decisiones. ¡Combátelas con conocimiento!
COME MÁS
No, no se trata de comer más cantidad, si no de comer más veces al día, entre 5 y 6 veces para ser exactos. El truco está en que te sirvas en el plato que se sirve la ensalada. La lógica? ¿Si tenemos dos autos y encendemos uno, tres veces y otro cinco veces, ¿cuál gastará más combustible? Tan, tan!
PONTE EN MOVIMIENTO
Es simple, ¡quedarte quieto te engorda! A menudo por vagancia tomamos decisiones que reducen nuestra actividad física. Como por ejemplo: tomar el ascensor, pedir “delivery” o estacionar lo más cerca posible de un establecimiento. Sé congruente con tu meta de perder peso y muévete!
NUNCA DEJES DE INTENTARLO
Noticia de última hora: ¡no somos perfectos! Nos vamos a equivocar, vamos a pecar, pero NO nos vamos dar por vencidos. ¡Prohibido rendirse! De cada tropiezo con la dieta, aprendemos; analizamos en que fallamos y volvemos a nuestro reto. ¡Ya ese perro no nos vuelve a morder!
Recuerda que el 15 de julio de este año develaremos el “David” que juntos habremos liberado. ¡Únete a el Reto Dominicci!
