Berlín, Alemania
Visitar Berlín por sólo 24 horas es un crimen, pero ¡Hey, es mejor que no verla!
Si tu agenda es apretada y no te queda más remedio que visitar Berlín con poco tiempo, aquí te aviso lo que no te debes perder en esta histórica y magnífica ciudad.
Caminar Berlín es un festín para la ojos, gracias a su rica arquitectura e imponentes bulevares, pero si vas deprisa, te sugiero que tomes el transporte «Hop ON Hop Off» que por $28 recorre 18 puntos turísticos, permitiéndote subir y bajar a tu mejor conveniencia e interés. Es súper útil rentar una audio guía que tienen disponible en 13 idiomas.

Isla de los Museos
Si sólo dedicaras un día en tu vida a visitar museos, procura que sea aquí. Cinco museos de fama mundial habitan la pequeña Isla de los Museos: «Museumsinsel». Su tesoro tiene tal valor que es considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No sólo encontrarás aquí pinturas y esculturas, sino que podrás ver fachadas completas de ciudades antiguas. ¿Sus estrellas imperdibles? El Busto de Nefertiti y el Altar de Pérgamo.

Muro de la vergüenza
Algo que quería ver con mis propios ojos era el infame «Muro de Berlín», que por 28 años dividió la ciudad. Me impresionó, y realmente es una visita obligada. Para esto hay dos lugares a los que debes ir: el East Side Gallery, que cuenta con 1,3 kilómetros de muro, ahora decorado con provocativos murales de reflexión política y social pintados por más de 100 artistas de unos 20 países; y el «Memorial del Muro de Berlin» (Gedenkstatte Berliner Mauer), donde podrás experimentar la ansiedad de los habitantes ante el muro, a través de fotografías, documentos, y hasta una terraza desde donde se ven los vestigios de una torre de vigilancia, las alambradas, la franja de la muerte y los muros interiores y exteriores.

Catedral de Berlín
Una bomba destruyó su magnífica cúpula verdosa durante la Segunda Guerra Mundial pero hoy, tras su reconstrucción, la Catedral de Berlín luce tan majestuosa como cuando fue construida en 1894. Además de su imponente órgano, dentro podrás ver la lujosa entrada privada por la que la dinastía Hohenzollern (90 de sus miembros están enterrados en su sótano) accedían al palco imperial a ver el servicio religioso. Si subes los 294 peldaños de su escalera podrás ver una de las mejores vistas de Berlín, un ejercicio con doble beneficio.


Checkpoint Charlie y su museo
Este fue unos de los cruces fronterizos durante la Guerra Fría entre Berlín del Este y Berlín del Oeste. Aquí muchos alemanes perdieron la vida intentando burlar a las autoridades en espectaculares huidas. Justo al frente, en el Museo del Muro están documentados los intentos fallidos y exitosos de aquel histórico drama.

La puerta de Brandergurgo
Este es el lugar donde debes tomarte la foto emblema de tu viaje a Berlín. ¿Por qué? Esta monumental puerta de estilo neo clásico construida en 1791 ha vivido su buena dosis de drama e historia. Por entre sus cinco puertas (cuya puerta central fue por muchos años de uso exclusivo de la familia imperial) desfilaron, desde un victorioso Napoleón, hasta Adolfo Hitler y sus tropas nazis. Tras la construcción del Muro de Berlín en 1961, la Puerta de Brandeburgo quedó inaccesible para las dos Alemanias. Fue justo ahí, donde el pueblo se reunió a celebrar en 1989, la caída del Muro de Berlín. ¡FLASH!

Dónde comer el plato típico

Mustafas Gemuse Kebab
Dónde tomarse una cerveza

Prater
Dónde darse unos tragos

Club der Visionaere
Dónde mover el esqueleto

Cassiopeia
Dónde escuchar música en vivo

A Trane

Si tienes la dicha de poder pasar más tiempo en Berlín te será más barato y conveniente comprar la Berlin WelcomeCard, con la que por un precio módico podrás usar el transporte público y visitar todos los museos de la Isla de los Museos y otras atracciones por dos o tres días. Cómprala aquí.