París, Francia
Visitar un cementerio no está en la lista de lugares por ver del viajero promedio, pero ojo, ningún destino turístico tiene muertos tan célebres como este!

Como si fuera poco su monumental atractivo, la lista de famosos que descansan aquí, es algo así como el «¿Quién es quien?» en la historia de París. Esta necrópolis es tan grande y acoge tantas celebridades, que las dos millones de personas que lo visitan anualmente tienen que armarse de un mapa para ubicar las tumbas de su interés.

¿Te parece morboso? Visítalo, no te vas arrepentir…Además es gratis! La verdad es que más que un cementerio, el Père Lachaise es un parque/museo. A la sombra de sus cinco mil arboles, rodeados de hermosos y elaborados mausoleos los visitantes disfrutan de lo que algunos describen como una experiencia mística. De hecho, muchos aprovechan su ambiente sereno para leer, dibujar escribir o incluso ir a almorzar.

EL CHISME HISTÓRICO

Curiosamente cuando París inauguró el cementerio Père Lachaise en 1804, nadie quería ser enterrado allí por estar en las afueras de la ciudad. En una movida estratégica el gobierno decidió trasladar los restos del popular actor Moliere y del escritor Jean La Fontaine hasta el nuevo cementerio. La iniciativa fue un éxito y pronto la sociedad parisina «se moría» por ser sepultado cerca de estas celebridades. Con el tiempo el Père Lachaise se convirtió en la última morada de otros famosos y de todos los que querían ser sus vecinos en el descanso eterno. Hoy día, el Père Lachaise cuenta con más de 70 mil tumbas y una larga lista de espera. Mon Dieu!

Entre las tumbas que se pueden visitar en el Père Lachaise están la de Maria Callas, Honoré de Balzac, Georges Bizet, Frédéric Chopin, Colette, Jean-Baptiste Camille Corot, Isadora Duncan, Allan Kardec, Molière, Yves Montand, Amedeo Modigliani, Édith Piaf, Camille Pissarro, Marcel Proust, Oscar Wilde y Jim Morrison.

Tumbas más visitadas
Frédéric Chopin

Pararse delante de los restos del pianista más importante de la historia es un agasajo, pero sabías que esta es una tumba sin corazón? Chopin tenía pánico de ser enterrado vivo, por lo que pidió que su cuerpo se enterrara aquí y su corazón en Varsovia. A pesar de que Chopin falleció en 1849, aún hoy día, en su tumba nunca faltan flores.
Jim Morrison

Irónicamente la tumba más visitada en el cementerio más importante de Francia es la del cantante estadounidense Jim Morrison. Famoso hasta el sepulcro, las autoridades se han visto obligadas a colocar barricadas para contener la fanaticada que intentando acercarse a los restos de la estrella de rock han causado estragos en su sencilla tumba y la de sus vecinos.

Victor Noir


Abelardo y Eloísa

Esta es la tumba más visitada por los enamorados, pues tras sufrir un largo y trágico amor, aquí descansan juntos Abelardo y Eloísa. Según la historia, el célebre teólogo Abelardo se enamoró de su joven estudiante Eloísa, quien resultaría embarazada y teniendo un hijo de esa relación. En venganza el tío de Eloisa, un canónigo de la Catedral de París, lo mandó a castrar. Eloísa terminó en un convento y Abelardo en un monasterio. Siete siglos después de la muerte de ambos, París los unió en esta hermoso sepulcro que ahora grita su amor a los cuatro vientos.
Félix Faure

El sepulcro de este ex presidente de Francia es un monumento a un escándalo político sexual! Cuentan que el gobernante francés habría muerto en medio de un apasionado encuentro con su amante. Algunos piensan que la escultura sobre su tumba, lo muestra arropado con la bandera de la patria, mientras otros opinan que lo plasma entre sabanas en el lecho justo después de su polémica muerte súbita.
Édith Piaf

El sepulcro de «La Piaf» está lejos de la entrada principal, lo que te da tiempo para pensar: ¿cómo será la tumba de esta leyenda musical? Mapa en mano recorrí los hermosos laberintos del cementerio hasta que finalmente me encontré de frente con esta. Aquí descansa el «Gorrión de París» junto a padres, su hija y su ultimo esposo. Me sorprendió encontrar una tumba sencilla y sin pretensiones. Un continuo flujo de admiradores la mantiene siempre en compañía.

Separa varias horas para esta aventura.
Toma el Metro hasta la parada Pere Lachaise que te deja cerca a la entrada principal o la parada Gambetta que te deja en la entrada posterior pero con la ventaja de que irás bajando la cuesta.
No olvides conseguir, comprar o retratar un mapa en la entrada para que puedas ubicar las tumbas que te interesa visitar.
Se organizan visitas guiadas sábados y domingos aquí.
Lleva tu almuerzo y haz un picnic (incluir vino francés) entre la naturaleza, bellas tumbas y mausoleos.