Les confieso que no bien he terminado mi travesía, ya tengo una lista de todo lo que quiero hacer en mi próximo viaje. ¡Oh sí, porque habrá otro viaje a Perú! Así de divino ha estado este recorrido organizado a mi antojo por HECTOURS.
Consciente de que a menudo el tiempo de vacaciones es limitado, he preparado una lista de lo que no te puedes perder en tu primer viaje a Perú. ¡Toma nota, que estos son los infaltables!
No sé ustedes, pero antes, cuando pensaba en Lima nunca lo relacionaba con costa. Sin embargo aquí estoy, escribiéndoles este blog mientras veo los surfistas persiguiendo olas en la capital peruana. ¡Pero claro, eso no es todo lo que Lima tiene para ofrecer!
Lima es una capital gastronómica de orden mundial y varios de los restaurantes más premiados del mundo están aquí. Naturalmente deseaba confirmar este dato con mis propias papilas gustativas. Luego de «sacrificarme» degustando cuanto platillo atravesó mi paso, estoy feliz de informar que su fama culinaria es merecidísima. Lo podrás confirmar lo mismo en sus más finos restaurantes, como en sus más sencillas fondas.
Pero no todos es comer, muñecos…En la capital peruana recorrimos su imponente casco histórico. ¡Una verdadero gustazo para los amantes de la arquitectura! Algo que me encantó de este tour fue poder entrar a una residencia de la época colonial (1535), que aún hoy sigue siendo de la familia original: la Casa Aliaga.
Más tengo que admitir que lo más disfruté de mi primer dia en Lima (aparte de mi Pisco Sour) fue la visita al Museo Larco. Sí, un museo. ¡Pero que museo! El lugar es un tesoro, repleto de piezas representativas de los diversos grupos indígenas del Perú pre conquista. Todo está tan bien presentado que es como estar en presencia de los incas y pre Incas. Para coronar, el museo posee un precioso jardín y restaurante al aire libre, que no querrás dejar de retratar.
Utiliza tu tiempo libre en Lima para visitar el Parque del Amor; el Circuito Mágico del Agua y el bohemio barrio Barranco.
¿Un desierto en Perú? ¡Sí, y con la «madre de las dunas», señores! ¿Sabías que la segunda duna más alta del mundo está en Ica? Para mi, este lugar ha sido una enorme sorpresa. En las Dunas de Ica puedes divertirte haciendo numerosas actividades, como correr cuatrimotos, surfear sus arenas o simplemente disfrutar el imponente espectáculo que es ver el atardecer en el desierto. ¡Inolvidable!
Pero si te sorprende encontrar un desierto en Perú, más te sorprenderá ver aquí un auténtico oasis: el Oasis de la Huacachina. No, no es un espejismo. Es una laguna natural en medio del desierto rodeada de palmeras y eucaliptos. ¡Un paisaje de película!
¿Por dónde empiezo? En el Valle Sagrado disfruté de lo más auténtico del turismo rural y vivencial. Comenzamos visitando las imponentes Salineras de Maras. Un impresionante complejo de terrazas de extracción de sal del tiempos del imperio incaico. De ahí partimos hacia los misteriosos andenes concéntricos de Moray, donde los incas experimentaban con los microclimas en la agricultura. ¡Prepárate en ambos para unas vistas surrealista!
Al dia siguiente, dimos un paseo por el autóctono pueblo de Chinchero. Entre sus estrechas callejuelas y animada plaza enloquecí con la explosión de color que desbordan sus elaborados tejidos hechos de alpaca. ¡ Ay, pero ir de compras a 12,300 pies agota!
Recuperamos energías en un rancho andino donde disfrutamos un hermoso show equino y baile típico. Todo, mientras degustamos de un banquete con los ingredientes frescos del Valle Sagrado.
Más tarde fuimos a conocer la impresionante Fortaleza de Ollantaytambo. Subir su escalinata vale cada peldaño, pues una vez arriba consigues una majestuosa vista del valle y sus imponentes montañas. Antes de finalizar el día, nos detuvimos a conocer el Museo Vivo de Yucay. Allí conocerás las técnicas incas en la elaboración de platería, cerámica y textilería. Ah, y hasta podrás alimentar las vicuñas, llamas, alpacas y guanacos. ¡Una experiencia andina total!
Para visitar Machu Picchu, programamos llegar en tren al cercano pueblo de Aguas Calientes. Específicamente en el tren 360, que como vieron en el video, permite una vista panorámica del recorrido y además posee un vagón observatorio al aire libre. ¡Se los recomiendo!
De Aguas Calientes he subido en autobús hasta la entrada de Machu Picchu. Una vez asciendes unos minutos de escalinatas, ¡comienza el espectáculo!
Machu Picchu no es el tipo de lugar al que quieras ir sin un guía. ¡Te perderías de tantos datos fascinantes! Además de toda esa información sobre los míticos incas, los guías conocen esa esquinita perfecta dónde sacar la foto que inmortalizará tu viaje a Perú y claro, ¡tu visita a Machu Picchu!
Cusco, la antigua capital del imperio inca resultó ser la ciudad colonial andina, que imaginaba. En Cusco verás magníficas plazas y numerosas iglesias vestidas del estupendo barroco peruano.
Aquí, un lugar representativo de cómo los españoles construyeron sobre las edificaciones incas, es el Convento de Santo Domingo. En este podrás ver la espléndida edificación colonial armada sobre los sólidos cimientos del incaico Templo Coricancha.
En las colinas cusqueñas visité la Fortaleza de Sacsayhuamán, una extensa ciudadela cuyo tamaño de piedras e intrínseca colocación te deja intrigado sobre cómo fueron movilizadas hasta allí. ¡Su mirador tiene la mejor vista de la ciudad de Cusco!
MONTAÑA DE LOS SIETE COLORES
¿Quién no desea hoy día una foto en este mágico lugar? Más dice el refrán: «al que quiera celeste, que le cueste». Por eso, aquel que desee llegar a la cima del Vinicunca (en lengua quechua) no solo tendrá que pagar por el celeste sino, ¡por los siete colores! Y no, no estoy hablando de dinero.
Les explico. Primero, la compañía de tours les traslada del hotel a la base de la montaña. Una vez allí, tendrás que elegir como subirás el Vinicunca, ubicado a unos 17 mil pies (5,200 metros) de altura.
Una opción es haciendo el recorrido de 5 millas (9.2 kilometros) a pie, algo que te tomará unas 3 horas, dependiendo de tu capacidad física. Aquí, el efecto de la altura sofoca hasta al más atlético. Otra opción es alquilar un caballo escoltado por un nativo quechua. Aún así, los últimos 100 metros de empinada cuesta los tendrás que subir por cuenta propia. ¡Buajajahaa!
¿Necesitas una motivación extra? Las veredas están rodeadas de amigables quechuas, alpacas, llamas y hermosas vistas del pico nevado Ausangate.
En resumen, si alguien te muestra una foto en este lugar, ¡es porque le costó esfuerzo o le costo dinero! En todo caso merece una reverencia, porque esa montaña le saca los 7 colores al más bravo. ¿Vale la pena subir el Vinicunca? !DEFINITIVAMENTE!
LAS ISLAS DEL LAGO TITICACA
Camino a este destino apenas podía contener el entusiasmo. Me parecía escuchar mi maestra de primaria: «el Titicaca es el lago navegable más alto del mundo». Ahora, bastante más crecidita, voy a bordo de una lancha deslizándome sobre el famoso lago a 12,500 pies (3,812 metros) de altitud.
Comenzamos visitando las dos islas flotantes de los Uros. Allí nos recibieron varias familias para mostrarnos cómo se vive en medio del gigantesco lago. Ellos nos explicaron cómo construían desde su isla hasta su vivienda a base de totora (una planta acuática que abunda en el lago). Al final no pude resistir la oferta de probarme su colorida vestimenta. Así me enteré que el tipo de sombrero que usan señala su estado civil. El que ven en la foto de la portada, indica que soy soltera. Jajaha!
Abordamos una de sus emblemáticas embarcaciones con rostros de animales con destino a una segunda isla. Esta isla es como el «downtown» del archipiélago donde encuentras desde un café hasta varios puestos donde los Uros venden sus artesanías. Esta linda gente nos despidió entre cantos y abrazos.
De las islas flotantes nos movilizamos a Taquile una isla en medio del Lago Titicaca. Cruzarla toma unos 45 minutos y ofrece maravillosas vistas del lago. De hecho, desde aquí puedes ver hasta Bolivia. Los taquileños no solo te mostraran sus hermosos tejidos (realizados por los hombres) sino también, su alegre danza típica.
¿CÓMO HACER ESTE ITINERARIO?